haberme dado la
oportunidad de servir a
los demás como maestro.
Por mantenerme con
salud y el alma limpia
para seguir trabajando
con nobleza día a día.
dictar mi clase con
alegría sintiendo a
cada alumno como a
un hijo. Gracias porque
siempre me iluminas para
quererlo y enseñarle no
sólo ciencia sino la vida
humana cultivándolo
como un hombre de bien.
siempre el sentido de
justicia, no fijarme en
las ofensas, tener mi
corazón abierto al cariño
y esforzarme para educar
con el ejemplo.
la paciencia, la paz
espiritual y la sensatez
para guiar mejor a mis
alumnos y comprender a
todos los demás y tener
siempre la humildad para
honrarte en todo instante
haciendo todo el bien
mientras yo viva.